Desayunos: recetas para la primera comida del día

“¡Buenos días!” Esto es lo que escuchas cuando te levantas y llamas por teléfono al servicio de habitaciones, bajas al comedor del hotel o visitas la cafetería de tu barrio como es costumbre.

 

Si, hoy vamos a hablar de desayunos, vamos a ver los diferentes tipos que existen y unas recomendaciones para marcar una diferenciación en tu negocio.

 

Tipos de desayunos

 

En la actualidad hay muchos tipos de desayunos pero por su peso en el ámbito que nos toca, vamos a hablar de tres tipos más concretamente, el desayuno continental, el desayuno inglés el desayuno tipo buffet y una tendencia en alza, el desayuno a la carta.

 

Desayuno continental

Fueron los británicos los que bautizaron a este tipo de desayuno más ligero como desayuno continental, pues se trataba de un desayuno similar a los que se tomaban en países como Francia o los de la costa mediterránea, es decir, era el desayuno típico de los países del continente Europeo, ya que los británicos suelen referirse al resto de Europa como “el Continente”.

 

Consta de café, chocolate o té con o sin leche, bollería tipo brioches o cruasanes, tostadas con mantequilla y mermelada, así como pan, quesos, embutidos, yogures, fruta y cereales.

 

No es necesario cocinar ningún plato y es fácil de gestionar con muy poco personal, basta con colocar en el comedor jarras o dispensadores de zumo de frutas, una cafetera y una cuantas bandejas de bollería, pan y fiambre.

 

Desayunos tipo inglés o americano

Se denomina desayuno inglés para diferenciarlo del continental. Como hemos visto anteriormente estas definiciones las pusieron los británicos para diferenciar unos de otros.

 

Un “full english breakfast” suele consistir en panceta, salchichas, huevo, tomates, champiñones, baked beans y pan frito.

 

Desayuno tipo buffet

El desayuno buffet se trata de una forma de servirlo, en la que se presentan todos los alimentos para que el comensal sea quien escoja lo que prefiera comer. 

El desayuno con buffet libre en Europa suele incluir alimentos propios tanto del desayuno continental, como del americano o el inglés. De este modo, los hoteles de calidad se aseguran acertar siempre respecto a la satisfacción de sus huéspedes, sin importar sus gustos o preferencias. Normalmente, en este tipo de servicios se suelen ofrecer al cliente productos locales de referencia.

 

Desayuno a la carta

Otra tendencia que busca hacer del desayuno toda una “experiencia” son los desayunos a la carta, donde el cliente puede disfrutar en la primera comida del día de todos los elementos de una velada gastronómica. 

 

Después de haber visto estos tres tipos de desayunos más conocidos, vamos compartir con vosotros dos ejemplos de recetas de alta cocina para que podáis complementar con un toque más selecto. Esperamos que os sirva de inspiración para ofrecer una experiencia más personalizado a vuestros clientes.

 

 

 

TOSTAS CON RICOTTA, CHERRY Y PESTO DE RÚCULA

 

Las tostas son un elemento que puede marcar una diferenciación en los desayunos de nuestro negocio ya que es un producto muy fácil de preparar y ofrece una variedad casi infinita de posibilidades. La mayoría de desayunos tipo buffet ofrecen la misma carta apostando por el cliente internacional.

 

Ingredientes:

1 pan rústico cortado en trozos

20 tomatitos cherry

1 cucharada de vinagre balsámico

50 gr de ricotta (requesón)

una pizca de sal

aceite de oliva virgen extra

 

Para el pesto de rúcula:

100 gr de rúcula

40 gr de nueces

un puñado de queso parmesano rallado

1 diente de ajo

50 ml de aceite de oliva virgen extra

una pizca de pimienta

1 puñado de piñones (opcional)

 

Preparación del pesto de rúcula:

 

Agregar todos los ingredientes en una batidora y triturar hasta obtener una pasta. Para facilitar el proceso, agregar un poco de aceite de oliva.

Con las tostadas aún calientes, distribuir el queso ricotta por la superficie, añadir tomates 4 o 5 tomates cherry y una cucharada de pesto de rúcula.

 

En una sartén dorar los tomates cherry a fuego medio-bajo sin aceite. Cuando estén tiernos, apretarlos con una cuchara suavemente para que se abran y suelten su jugo.

 

Añadir un poco de sal y una cucharada de vinagre balsámico y remover hasta que se evapore todo. Reservamos todo.

 

Pulverizar aceite de oliva sobre las rebanadas de pan rústico y hornear aproximadamente 10 minutos a 180 ºC buscando que queden crujientes.

 

 

TARTA DE CALABAZA ASADA, QUESO AZUL Y TOMILLO

 

Las tartas, junto a la bollería, son una elección muy común en clientes que solicitan desayunos continentales. Ofrecer una alternativa de alto nivel dará la posibilidad de que el cliente que nos ha visitado, repita una segunda vez. Elaborar este tipo de tartas supone un esfuerzo en preparación, que sin embargo te permite mantenerlas en stock en un periodo prolongado.

 

Ingredientes:

 

Para la masa:

225 gr de harina común

Una pizca de sal

125 gr de mantequilla

 

Para el relleno:

2 cucharadas de aceite

2 cebollas moradas grandes

3 huevos grandes

125 gr de queso azul 

300 ml de nata

Un par de ramitas de tomillo

Nuez moscada molida

Sal y pimienta

 

Para la calabaza asada:

1 calabaza pequeña

Un puñado de ramitas de tomillo

1-2 cucharadas de aceite

Sal y pimienta

 

Preparación:

 

Precalentar el horno a 200 ºC. Hornear la calabaza troceada en dados pequeños, rociar con aceite y añadir las ramitas de tomillo partidas, sal y pimienta.

 

Retirar del horno pasados 40 minutos o hasta que esté tierna y dejar enfriar.

 

Pochar las cebollas moradas picadas o cortadas en juliana, con un poco de aceite en una sartén a fuego medio-alto durante unos 10 minutos. Retirar y dejar enfriar.

 

Cogemos un bol y colocamos la harina, la mantequilla y la sal. Mezclamos con los dedos hasta que tome consistencia de pan rallado. Agregar dos cucharaditas de agua fría y seguir amasando hasta tener una masa uniforme. Cubrir con film transparente y dejar reposar en la nevera 15-20 minutos.

 

En otro bol, mezclamos la nata y los huevos. Agregamos un poco de nuez moscada, unas ramas de tomillo y salpimentamos al gusto. 

 

Bajar la temperatura a 180 ºC.

 

Llevamos la masa a una mesa limpia y enharinamos. Amasamos hasta conseguir un grosor de 4mm y posteriormente transferimos a un molde para tartas de 20 cms de diámetro y más de 6 cms de profundidad. Presionamos bien la masa y pinchamos con un tenedor la base y los laterales.

 

Coloca papel vegetal cubriendo la masa y deja hornear 10 minutos. Retira el papel vegetal y hornea 5 minutos más hasta que esté ligeramente dorada. Retira y dejar enfriar.

 

Rellena la base con la calabaza asada, el queso azul y las cebollas caramelizadas. Agrega la mezcla de la nata y los huevos, y mezcla con cuidado. Deja hornear 30-35 minutos más. Por último, deja enfriar antes de cortar y servir.

 

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